Los retos de la comunicación empresarial, ¿un mundo nuevo tras la pandemia?

Iván Herrero 22 abril 2022

Año 2022. La pandemia parece que ha quedado en el olvido, pero todavía continuamos rodeados de algunas de sus consecuencias. No es poca la gente que va con su mascarilla puesta por la calle, a pesar de que ya no es obligatorio, por poner un ejemplo. El terreno de la comunicación interna en las empresas no ha quedado exento de sufrir los inconvenientes provocados por esta situación, iniciada en marzo de 2020.

¿Quieres saber a qué retos se enfrentará la comunicación empresarial en el futuro a corto y medio plazo? Entonces sigue leyendo, porque este artículo es perfecto para ti.

Recuperar el contacto y ser previsores en el constante cambio, como principal reto de la comunicación

La pandemia y el teletrabajo hizo cortar las relaciones personales de la noche a la mañana. Todos tuvimos que encerrarnos en nuestra casa y limitar nuestra sociabilidad, en el cara a cara, a cuatro paredes y las personas que habitaban ese espacio. A partir de marzo de 2020, es posible que los últimos trabajadores contratados no conozcan, personalmente, a sus compañeros, ni a su jefe, ni la sede de la empresa…

Este hecho es, ciertamente, novedoso para el mundo laboral que se desarrollaba en España. Para varios, el teletrabajo fue un impedimento para crear cohesión en el grupo de trabajo y sentimiento de pertenencia a la empresa.

Seguramente la pandemia te impidió conocer gente nueva y te viste obligada a crear círculos de confianza y de seguridad cada vez más reducidos. Inevitablemente esto ha hecho que se pierda el contacto los compañeros de teletrabajo.

No obstante, varias entidades han vuelto a impulsar una vuelta total de la presencialidad, debido a que sus trabajadores son más productivos en un ambiente de oficina. Allí se sienten cómodos, pues pueden tratar de tú a tú, no sólo con compañeros, sino también con los clientes.

Por el contrario, otras organizaciones han establecido el teletrabajo como rutina y no ven más que ventajas en la deslocalización de las labores de la empresa. Y también hay algunas compañías que confían en el modelo híbrido: parte de la plantilla acude a la oficina y otra parte trabaja de manera deslocalizada.

comunicación

Actualmente, las empresas se enfrentan al reto de involucrar a todos los empleados en el día a día de la empresa, sin importar el lugar en el que trabajan ni el departamento en el que se encuentran.

Una de las formas de seguir conectados mediante el teletrabajo son las videoconferencias. Aunque no se crea el mismo vínculo que las relaciones presenciales, es una buena forma de conocerse y, al menos, poner cara a los trabajadores y las autoridades de la organización.

La deslocalización afecta a todas las ramas de la comunicación interna. Desde la elaboración de diversos proyectos hasta anuncios que se colgaban en el tablón de anuncios, valga la redundancia.

Por eso es más necesario que nunca mantener el contacto. En este contexto, otro de los cambios obligados es el fomento de uso de apps de mensajería instantánea (WhatsApp, Telegram, Intranet propia, portales del empleado…) para informar a los trabajadores y demás miembros de la compañía.

  • Conecta con tus trabajadores

Una aplicación que mantenga en comunicación continua al empleado, para que esté informado al instante de lo que sucede en su entorno laboral, aunque hay que convencerle para que se descargue esa aplicación con contenidos que le interesen. ¿Cómo se despierta ese interés?

Los directivos deben distanciarse del corriente discurso formal y entender cómo pueden interactuar el empleado, con el objetivo de que se sienta escuchado. Ambas partes tienen que ceder para la comunicación sea fluida y bidireccional. La empresa debe persuadir al empleado de que esa app le va a resultar útil, le facilitará su labor y puede ayudarle en su día a día en el entorno laboral o social. Un ejemplo es la aplicación Asana: una agenda virtual que te notifica y recuerda qué tareas tienes que hacer y puede planificar el calendario de citas, reuniones, eventos, etcétera.

  • Anticípate a los cambios

Todo está en constante cambio y constante evolución, más allá de la pandemia y los conflictos.

Las tecnologías no paran de evolucionar: móviles de última generación, nuevas redes sociales, robotización de algunos mecanismos…

Las empresas deben ser previsoras y avisar con anterioridad a los empleados de los cambios que se van a realizar. Esto les permitirá solucionar miedos e incertidumbres de cara a un futuro. Siguiendo el ejemplo del refranero español: “más vale prevenir que curar”.

El proceso de adaptación es clave para que las empresas sigan sobreviviendo. Para conseguirlo, es útil que cuenten con un plan de crisis que especifique todos los posibles inconvenientes a los que se puede enfrentar la empresa y a quién contactar y qué medidas tomar en caso de que sucedan.

Ponerse en la piel de la sociedad

  • Demuestra con pruebas más que con palabras

La sociedad se ha vuelto más escéptica y tiene menos fe. Puede parecer banal, pero un ejemplo de ello es el constante decrecimiento de personas que se consideran creyentes de alguna religión, si comparamos con la década de los años 70 o años 80.

Antiguamente, las noticias del telediario eran verdad. Y punto. Nadie se molestaba en contrastar la información, contasen lo que contasen. Actualmente, en un mundo globalizado, donde puedes tener versiones de diferentes personas en diferentes países, se pone en tela de juicio cualquier noticia y se deforma en pro de los intereses de cada individuo.

Los ciudadanos quieren que la transparencia de entidades y empresas pasen de las palabras a los hechos. Los datos, lo que conocemos como big data sobre todo, han llegado a todos los ámbitos de la vida como apoyo a los argumentos.

Una empresa puede darse ínfulas de que es la empresa que mejor lleva a cabo sus políticas ecologistas y anunciarse como tal. Sin embargo, esta afirmación debe mostrarse con los datos en la mano. La transparencia es clave para evitar crisis de credibilidad.

Por eso es importante que pongas en marcha medidas de transparencia que confirmen a tus posibles clientes que eres quien dice ser.

  • Las redes sociales como principal vía de comunicación con el público

La ciudadanía desea que se la escuche y atienda a sus sugerencias. A día de hoy las redes sociales actuan como buzón de sugerencias virtual.

En el mundo de la conexión, las entidades deben incentivar esta nueva forma de comunicación, a través de la creación de diversos perfiles en las plataformas existentes.

Los canales seleccionados y la forma de comunicarse deben ser adecuados según el público que te va a leer: en Twitter suele triunfar la comunicación más distendida, mientras que LinkedIn suele posicionarse como un espacio más profesional, donde mostrar la actividad de la empresa y sus valores.

Las redes sociales se han posicionado como una forma accesible de labrar la imagen de una empresa de cara al público. Sin embargo, debes tener en cuenta que son un arma de doble filo donde a menudo se reciben tanto comentarios negativos como positivos. Es importante que sepas gestionarlos con profesionalidad y respeto.

  • Renovarse o morir

Las empresas cada vez van afinando más en todo lo relativo a su estrategia de comunicación.

Seguro que tú también estás luchando porque tu negocio tenga la comunicación más innovadora del sector, buscando días tras día cualquier resquicio que te permita adelantar a tus competidores. Y seguro que has pensado que, en el mundo digital, todo está inventado.

La solución es dejar de seguir tendencias y adoptar una actitud proactiva. Nada de ser pasivos y esperar a que otros descubran lo que funciona. Para triunfar en comunicación digital lo mejor es probar, probar y probar.

Esa ventaja no sólo servirá para el presente. Mientras tus rivales tendrán que hacer un esfuerzo extra por imitarte e igualarte en aquello que has innovado, tu empresa está utilizando ese tiempo para seguir dando una vuelta de tuerca y descubrir más formas de diferenciarse, aún más, del resto.

Lo que dices es tan importante como lo que vendes

Uno de los grandes desafíos que tienen por delante los responsables de comunicación es demostrar el valor añadido del trabajo de los equipos de comunicación. Una gran estrategia de comunicación es clave para llegar, convencer al público y diferenciarse del resto de entidades rivales del mercado.

La comunicación debe estar consolidada como un área estratégica dentro de cualquier negocio. Ha llegado su momento y tiene que tener su relevancia. Una buena estrategia de comunicación es esencial, teniendo en cuanto dos factores:

  • Respecto a los empleados sirve para mejorar la motivación y el sentimiento de pertenencia. Además favorece la cohesión, el clima laboral agradable y hace que se sientan escuchados. Y, de este modo, se sienten más motivados para alcanzar los objetivos comerciales.
  • En cuanto al corporativismo, ayuda a inculcar la cultura y valores de la empresa. Por eso es recomendable que el director de comunicación adquiera un papel protagonista en las decisiones de la empresa.

No todas las empresas tienen, o pueden permitirse, tener un departamento de comunicación integrado en ellas. Es común externalizar esta función en una agencia de comunicación. Estas agencias están formadas por profesionales que pueden ayudarte a decidir qué planes de comunicación debes desarrollar para crear una imagen corporativa sólida y referente en tu mercado.

Por eso en Tilde Comunicación trabajamos para aportar el máximo valor a sus marcas. Si quieres impulsar tu marca por medio de la comunicación, la publicidad y el marketing, pero no sabes por dónde empezar, nosotros podemos ayudarte.

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